DialoguE y los Cuatro Umbrales del Aprendizaje de una Lengua

La efectividad de DialoguE

Conseguir que un principiante total se comunique, en dos semanas, en una lengua extranjera, o aportar importantes mejoras a nivel oral en un estudiante de nivel avanzado: éstos son los logros de DialoguE. A pesar de su origen relativamente reciente, su método se ha convertido en una referencia estándar para el aprendizaje de una lengua. El motivo: cualquier nivel, principiante o avanzado, todos los estudiantes hacen enormes progresos en sólo unos cuantos días.

El secreto

Mientras que la fórmula de DialoguE (1) no revela ningún secreto genuino, lo que sí hace es crear, sin tener que memorizar, las condiciones en las que los estudiantes aprenden sus propias lenguas maternas. El método recrea el ambiente natural en el que los estudiantes aprendieron sus lenguas originales y las hicieron suyas. Sin embargo, existe una diferencia entre un niño que aprende su primera lengua y un adulto que quiere aprender otra, una barrera que debe ser superada o en caso contrario la segunda lengua permanecerá inaccesible. Aquí vamos a hablar de las barreras sicológicas y fisiológicas.

Se aprende a hablar una lengua en varios pasos. ¿Cuáles son los cuatro más importantes y los umbrales más desalentadores a los que los estudiantes se enfrentan? Jean-Claude Narcy, en su libro “Aprender una lengua extranjera” (2), sugiere que los cuatro umbrales son: el sicológico, el de la compresión oral, el cultural y el lingüístico. ¿Cómo pueden cada uno de estos retos relacionarse con la estrategia que utiliza DialoguE?

EL UMBRAL SICOLÓGICO

Lo que a menudo le falta al estudiante es más confianza en sí mismo: la liberación del miedo a comunicarse en una lengua extranjera, de cometer errores, de los obstáculos planteados por los profesores y otros estudiantes. Krashen (3) denomina a esto “disminución del filtro afectivo” y es esencialmente, por darle un nombre, una prioridad de prioridades. Es mejor comunicarse valientemente, incluso si se cometen errores, que no comunicarse en absoluto.

¿Cómo aportamos a los estudiantes esa confianza en sí mismos y evitamos las estrategias de defensa que inhiben el proceso de aprendizaje?

Cómo inculcar confianza en sí mismo

Lo esencial es averiguar cómo aprende mejor un estudiante en particular. El estilo de aprendizaje depende de su estilo de vida, pero también de las necesidades interpersonales.

Como Jung descubrió, las personas tienen cuatro necesidades interpersonales fundamentales: las necesidades de validación, de aceptación, de éxito y de seguridad.

La formación Persona (4) permite al profesor averiguar rápidamente la necesidad fundamental del estudiante; el objetivo que inconscientemente el mismo estudiante, así como el profesor, tratarán de lograr. En las relaciones interpersonales, de acuerdo con Charles Osgood, nos revelamos a nosotros mismos como dominantes o conformistas, y a nivel emocional, somos más comunicativos o reservados. De acuerdo con la tabla abajo detallada, se cree que el estudiante dominante y comunicativo se impulsa principalmente por la necesidad de la validación (mostrando su propia valía), el no dominante y comunicativo, por la necesidad de ser aceptado. La personalidad dominante y reservada necesita alcanzar un nivel de resultados rápidos, mientras que el no dominante y reservado necesita conseguir una sensación de seguridad (aprender con el mejor método, estar seguro de que el método está funcionando y está cubriendo todas las bases importantes).

  Comunicativo Reservado
Dominante Apreciación Realizaciones
No Dominante Aceptación Seguridad

Al responder a la necesidad fundamental del estudiante, el método evita la frustración del mismo. En casos en los que a los estudiantes se les da la oportunidad de demostrar que han mejorado (apreciación), que están colaborando (aceptación), que rápidamente están superando tareas de dificultad (realizaciones) o que están viendo que están cubriendo todos los pasos (seguridad), los estudiantes se frustran rápidamente y se desmotivan, a pesar de su actitud hacia la lengua meta. El mismo resultado se da cuando el profesor malinterpreta las necesidades del estudiante, por ejemplo avanzando lentamente, detallando todo paso a paso, cuando la necesidad real del estudiante es demostrar un progreso.

¿Cómo motivar?

Para guiar a un estudiante hacia el progreso, no es suficiente con disminuir su “filtro afectivo” y aportarle confianza en sí mismo; todo buen profesor sabe que debe motivar al estudiante. En la medida que el profesor se encarga de la necesidad fundamental del estudiante, mantiene viva la motivación. Toda la implicación del profesor debería tener como objetivo el mantener la motivación. Vamos a ver el método de aportar reacción al estudiante y reducir la tensión y los mecanismos de defensa.

Reacción

Decir “bravo” a alguien que necesita apreciación, darle la mano a un estudiante que necesita ser aceptado, o decirle que su contribución tiene un valor, felicitar al estudiante que necesita ver un progreso tangible, puntuar con un ”perfecto” la actuación de la persona que necesita seguridad, son algunos de los caminos para que un profesor pueda mantener la motivación del estudiante. Por el contrario, no es útil, incluso es peligroso, aplaudir a una persona cuyo objetivo en la vida es demostrar competencia (necesidad de seguridad).

Reducir la tensión

Es importante saber que algunos estudiantes necesitan un poco de tiempo antes de entrar en materia, mientras que otros prefieren lanzarse de cabeza. El reservado y dominante no necesita muchos preámbulos. Si el no dominante y reservado necesita un poco de tiempo, el dominante comunicativo también, aunque el no dominante y comunicativo necesita muchísimo tiempo antes de entrar en materia. El profesor debe trabajar con paciencia con el último o corre el riesgo de que su motivación desaparezca.

Posicionamiento de defensa

Aprender (este punto es tan obvio que tenemos que repetirlo) es aceptar un cambio, desestructurar para estructurar. El proceso, a menudo, genera una postura defensiva por parte del estudiante. Los primeros temas de inicio para el estudiante, en relación con una nueva lengua, son (no podemos hacer más hincapié) críticos. En cada grupo encontramos cuatro combinaciones de actitudes diferentes, dependiendo de si al estudiante le gusta la lengua meta o siente antipatía por ella, y esto combinado con el nivel de confianza en sí mismo. Podemos resumir las tendencias en la siguiente tabla:

Condiciones sicológicas Me gusta la lengua meta Puedo hablarla
Muy difícil
-
-
Difícil
-
+
Bien
+
-
Muy bien
+
+

Si el profesor se pone en el lugar del estudiante puede anticiparse a los parones que pueden producirse. Si él, además se muestra suficientemente flexible para darse cuenta de que las necesidades de los estudiantes son más importantes que las suyas propias, él crea, al responder ante esas necesidades, independientemente de las necesidades o los mecanismos de defensa del estudiante, un clima conductivo para el estudio, la concentración y la emulación. Por lo tanto, para ser efectivo tiene que conocerse a sí mismo, siguiendo a Sócrates, pero también conocer a los demás y modificar su propio estilo personal como corresponda. La tabla abajo detallada resume los puntos necesarios para evitar la desmotivación del estudiante y para ser capaz, en caso contrario, de mantener la motivación apoyándose en una base constante:

Necesidades Puntos fuertes Intentar salvar Interesado Bajo Tensión
Apreciación Apertura Comodidad Originalidad Enfadado
Admission Tolerancia Armonía Relaciones Deprimido
Realizaciones Autenticidad Tiempo Beneficio Preocupado
Seguridad Fiabilidad Cara Fecha Culpable

Errores

Nosotros también podemos controlar los errores del estudiante conociendo el enfoque del mismo. Pocos estudiantes disfrutan cometiendo lo que llamamos “equivocaciones”. No es posible promulgar un concepto de perfección en una lengua sin correr el riesgo de cometer un error en cualquier momento dado. Más bien, el profesor utiliza una estrategia que lleva al estudiante a cometer el mínimo número de errores posible. Él no tiene que pensar demasiado en las faltas, o empujar a los estudiantes a hacer lo que no pueden, pero sí puede trabajar con ellos, creando un modelo, antes de pedirles que lo reproduzcan. En un clima de verdadera confianza, los estudiantes cometen menos errores.

Gracias al enfoque Persona, quien “otorga el poder” en DialoguE (un término mejor que el de “profesor”), utiliza su flexibilidad para adaptarse a todos los aspectos afectivos de los estudiantes (sentimientos, motivaciones, intereses, actitudes, valores), tanto como para adaptarse a la lengua en sí misma, a cada actitud cognitiva de la persona y a las diferentes maneras de usar la memoria, para así crear diferentes ritmos de enseñanza.

Refuerzo de las lecciones

Aún teniendo en cuenta el ritmo del profesor y del estudiante, una motivación garantizada depende del apoyo a las lecciones.

Por este motivo, el programa de DialoguE se centra en un enfoque individual. Muchas escuelas prometen exactamente eso, pero DialoguE cumple la promesa, estructurándolo todo, por norma, en base a las necesidades y los objetivos del estudiante. Una lección temática siempre es relevante para la vida, la profesión y la variedad de intereses del estudiante, y la habilidad del mismo para utilizar el vocabulario en su mundo real. De hecho, con el objetivo de motivar a través de la concesión de poder, DialoguE ofrece al estudiante tareas que cumplir, objetivos que alcanzar. Normalmente, se logra a través de los siguientes medios:

  • El instructor encuentra el material que le sirve de base, puntos concretos ilustradores, que se relacionan directamente con los objetivos del estudiante. Aquí no es suficiente utilizar un material que sea pedagógicamente adecuado, sino temas “auténticos” relacionados con la vida y los pensamientos del país meta.
  • En cada punto, el estudiante pasa a un proceso de descubrimiento y de apropiación del material.
  • Se anima al estudiante a aplicar sus nuevas habilidades a la lengua con simulaciones que son lo más parecidas posible a las situaciones de la vida real (tema, contenido, etc.)
  • En la medida de lo posible, DialoguE añade maestría a los temas relevantes para las necesidades del estudiante y los prepara para que interactúen con otras personas nativas además de con sus profesores.

Únicamente cuando los estudiantes han completado las tareas y han finalizado la misión, éstos se sumergen en la gramática esencial y en las pautas del uso de la palabra. A diferencia de muchos métodos que afirman que el estudiante no puede aprender a negociar hasta alcanzar un cierto nivel, el enfoque de DialoguE enseña al estudiante a negociar y a conducir conversaciones vitales desde el primer momento de la instrucción. DialoguE se basa en el principio que afirma que una persona puede negociar independientemente de su nivel de competencia: para un principiante decir simplemente “sí” o “estoy de acuerdo” es en realidad equivalente a lo que para un estudiante con un nivel intermedio es decir lo mismo pero de la siguiente manera: “pienso igual que tú”, o para un estudiante de nivel avanzado expresar el pensamiento “comparto tu punto de vista”.

Con su espalda contra la pared, enfrentado a la tarea que debe realizarse, el estudiante desarrollará, por necesidad, su propia trayectoria hacia el aprendizaje.

Al trasladar al estudiante a situaciones de la vida real, le estimulamos, lo máximo posible, para que esté motivado; la memoria del estudiante, ya sea visual, auditiva o sinestésica, trabaja con una solidez óptima.

Sin embargo, no debemos olvidar que, según D. Thomières (5), “la espontaneidad se aprende lentamente y mediante medios no espontáneos”. Es crítico utilizar en su lugar, de una forma sistemática, automatismos, sobre los cuales discutiremos en detalle en la sección del umbral lingüístico.

Diferencias culturales

Un profesor que no tiene en cuenta las diferencias culturales entre él mismo y el estudiante corre el riesgo de crear bloqueos perjudiciales para el estudiante. Todos sabemos que existen ciertos comportamientos y temas tabú en algunas nacionalidades dadas. Por ejemplo, no es apropiado pedir a una persona de origen chino que hable sobre su salud. No es acertado ofender a un africano señalando que otro no ha llegado a dominar el material que se suponía que tenía que estudiar y revisar. También es importante saber que para él, expresar pensamientos como estos, es totalmente contrario a los valores que le fueron inculcados por sus padres y por su tradición. Ciertamente, si el entorno de enseñanza es realmente de confianza, el estudiante se sentirá menos turbado ante estos temas o comportamientos, pero sabemos que, a un nivel cultural, es mejor actuar de una forma que no comporte la necesidad de sacar esos temas.

EL UMBRAL AUDITIVO

Otra posible área importante para el estudiante es el nivel en el que él entiende el mensaje transmitido en la lengua meta. El oído humano y el nivel de consciencia es, a nivel fisiológico, el mismo para todo el mundo. Desafortunadamente, no todos los adultos oyen los mismos sonidos, debido a que la lengua materna implanta filtros auditivos en el camino. El sonido de la “u” (6) francesa suena en un oído americano como “ou”. El oído no puede explicar la diferencia entre una “e” abierta francesa y una “e” cerrada francesa, etc.

La no comprensión o la comprensión parcial de lo que el otro interlocutor está diciendo es uno de los mayores obstáculos para la comunicación. Y en la medida en que la voz no puede formar lo que el oído no puede escuchar (7), es necesario atravesar la barrera auditiva para ser entendido y (un tema a menudo perdido) para ser capaz de continuar con la lengua pero sin el profesor. ¿Qué estrategia debemos utilizar para conceder al estudiante un “oído” que le permita entender a los nativos y ser entendido por ellos?

1. Sonido, preparación del oído

Desde luego existen las “máquinas de sonido”, pero además del hecho de que éstas son fisiológicamente desagradables de usar, exigen grandes niveles de paciencia y fortaleza. Muchos estudiantes, decepcionados con su experiencia previa, se han puesto en contacto con DialoguE para conseguir un toque más humano, el que les valida y les ofrece unos niveles de aprendizaje efectivos.

En DialoguE todo entrenamiento comienza con la educación, o mejor dicho, con la reeducación del oído. ¿Qué sentido tiene hacer repetir y memorizar al estudiante palabras y expresiones que no puede entender? Empezar por la educación del oído permite ganar un tiempo precioso y evitar frustraciones comunes. Si a cada momento, durante el curso de la formación, la necesidad parece crítica, una buena parte de la instrucción se dedica a este formato.

¿Cómo puede DialoguE conseguir educar el oído? Presentando sonidos de la lengua, ejercitando la discriminación auditiva, y descodificando el mensaje.

- Presentar la vocal trapezoidal y las consonantes

Dado que la mayoría de las veces el estudiante no está familiarizado con el alfabeto fonético internacional, le mostramos las vocales (y esto sostiene un enfoque natural) que se encontrará más a menudo al leer, pero a través de un triángulo de vocales o de la figura trapezoidal. Esta técnica le proporciona al estudiante una idea clara de qué necesitan los órganos vocales para producir una vocal dada: en francés, por ejemplo, así como la “a” se produce en la parte posterior de la boca y es el sonido más abierto, la “i”, la “u” y la “ou”, se pronuncian en la parte frontal de la boca y son las vocales más fuertes. Para las consonantes, también les mostramos la forma de las oposiciones (oclusivas / constrictivas, tensas / no tensas, etc.)

La pronunciación de cada uno de los sonidos permite una “radioscopia” que tiene lugar en el oído, permitiendo al estudiante detectar los sonidos que no conoce, para detectar los filtros existentes en la lengua materna. “La laringe, recordemos, sólo emite sonidos que el oído puede escuchar” (8). Por lo tanto es muy fácil, al pedirle al estudiante que repita los sonidos, separar aquéllos que él no oye realmente. Si existe alguna duda, una prueba de discriminación auditiva puede ser útil.

- Ejercicios de discriminación auditiva

Para asegurarnos de que el estudiante oye ciertos sonidos y para entrenar su oído, con el fin de que pueda re-oír todas las frecuencias necesarias (en expresión y comprensión), el formador de DialoguE a menudo utiliza ejercicios de discriminación auditiva. Gracias a esta técnica de comparación, en la que se utiliza la oposición de los sonidos, el estudiante llega rápidamente a diferenciar sonidos que antes confundía.

- Descodificar mensajes

El siguiente paso para una mejor comprensión auditiva implica la descodificación de los mensajes. Esto se puede hacer a un nivel global, pero también (y en este aspecto DialoguE es único) palabra por palabra. Cabe destacar que muchos estudiantes que todavía no tienen la habilidad de escuchar todos los sonidos, gastan una gran energía intentando compensar o adivinar, tanto con buenos como con malos resultados, el contenido del mensaje.

Como sugiere Krashen (9), DialoguE envía mensajes cuyo contenido está un poco por encima del nivel del estudiante (n+1). La originalidad de DialoguE radica en llevar a cabo una técnica de discriminación que reemplaza los sonidos básicos por el “contexto del sonido”. Algo que el estudiante debe hacer es detectar cada sonido de la lengua meta; las verdaderas dificultades aparecen al intentar captar esos mismos sonidos en un mensaje, en un ambiente natural compuesto por muchos sonidos. Gracias a esta técnica (10), DialoguE guía al estudiante hacia el estado de “transparencia” cuando escucha un mensaje.

Trabajar con los mensajes como reformulaciones también ayuda significativamente a la comprensión. El hecho de aprender la lengua en el país donde se habla, contribuye a la mejor comprensión desde el momento, insistimos, en que el oído está preparado, ha cambiado. Toda formación de DialoguE, independientemente de dónde esté situada, recrea esas condiciones ideales para el aprendizaje, para así poder mejorar la comprensión, la expresión, y para poder atravesar el umbral cultural.

2. Sonidos: Preparación de la boca

Entender a una persona es una cosa, pero el estudiante también debe responder. Entender la gramática y conocer el vocabulario apenas puede ayudar si la pronunciación y la entonación del estudiante son inaceptables. Muchos estudiantes se ponen en contacto con DialoguE tras llegar esta triste conclusión. La preparación del oído, para que se pueda hablar mejor, es un rito de iniciación necesario. Tener un oído que pueda distinguir rápidamente y con precisión los sonidos de la lengua, permite al estudiante atravesar el umbral de la pronunciación, indistinguiblemente, creemos, desde el umbral auditivo.

Al estar influenciado por la técnica de corrección verbo-tonal del profesor R. Renard (que refleja la metodología de SGAV/Saint-Cloud-Zagreb), y la técnica de “pronunciación diferencial” del profesor Intravaia, DialoguE, siempre manteniendo las condiciones de aprendizaje natural, crea en un corto periodo de tiempo, los automatismos requeridos para producir sonidos fielmente.

CONCLUSIÓN

Atravesar la barrera auditiva es básico; no es más que acceder a la comunicación. Si el estudiante no consigue atravesar el obstáculo, está incómodo, debe intentar adivinar demasiadas cosas y hacerle repetir a su interlocutor demasiadas veces. Este es un obstáculo sustancial del aprendizaje; uno sólo puede repetir y volver a utilizar, con dificultad, lo que uno no escucha plenamente. Si el instructor no es susceptible en este aspecto, los malos hábitos de expresión aparecerán, y sabemos cuánto más difícil es reeducar que educar. Por supuesto, se puede oír perfectamente sin comprender completamente. Atravesar el umbral cultural evita este riesgo.

EL UMBRAL CULTURAL

Es fácil relegar el umbral cultural a una esfera menos importante, considerando las dos barreras anteriores pero, no obstante, es crucial. DialoguE trata este aspecto teniendo en cuenta tanto el aspecto sicológico como el práctico.

¿Qué es exactamente el umbral cultural? Es sencillo denominarlo sencillamente como el interés en la cultura extranjera (la lengua, el país). Robert Galisson (12) hace una importante distinción, para nuestro interés, entre la cultura del comportamiento y del cultivo, y entre la del conocimiento y la del prestigio. La segunda, seguida por la mayoría de las escuelas, es poco más que una elaboración de la primera, y no al revés, tal como se cree o se quiere hacer creer. ¿Por qué evitaron durante tanto tiempo el aspecto de lo cultural haciendo más hincapié en la cultivación? ¿Por qué se sienten satisfechos de adaptar, bajo el riesgo de perjudicar a los estudiantes, material presentado a los nativos?

En términos sicológicos, si el estudiante atraviesa el umbral cultural rápidamente, entrando rápida y espontáneamente en la cultura “extranjera”, llegará a pensar que la tarea de aprendizaje de la lengua es mucho más liviana de lo que había creído anteriormente. Por otro lado, si los medios de expresión, tanto a nivel sintáctico o paradigmático, parecen forzados o anómalos, incluso aparentemente ilógicos, él se arriesga a liarse y a estancarse. Posicionarse de cara a este umbral de la cultura extranjera parece ser un obstáculo para el aprendizaje; una vez más, aparece para facilitar el proceso de aprendizaje.

Independientemente de este aspecto sicológico clave, es cierto que, a un nivel práctico, el método de expresarse uno mismo en una lengua es radicalmente diferente del método de expresarse uno mismo en todas las demás lenguas. El “je vous prie de”, una forma aparentemente más amable y más civilizada en alemán (13), puede ser interpretada en el francés actual como prepotente y maleducada.

En otro sentido, atravesar el umbral cultural es, en parte, tanto entender el verdadero significado de las expresiones utilizadas por los nativos, como también la habilidad de hablar su lengua y utilizar los propios medios de expresarse que usan entre ellos. Sin esto, uno sólo parece que comunica. La misión del profesor es inculcar en sus estudiantes la correcta interpretación del comportamiento de los nativos, lo que conlleva no sólo elementos verbales, sino no verbales y también para-verbales. Él también debe hacer entender a los estudiantes el sistema de alusiones utilizado por los nativos, sensibilizando a los estudiantes para la aplicación práctica del la lengua. Sin estas aptitudes, los estudiantes no serán capaces de preguntar, sugerir, aceptar o rechazar sin que sus palabras suenen forzadas y extrañas.

¿Cómo puede el enfoque de DialoguE mejorar la habilidad para romper la barrera cultural?

La inmersión total en la lengua, también una condición indispensable para superar las barreras sicológicas y auditivas, también es extremadamente importante aquí. Al llevar a cabo todas sus actividades en la lengua meta, el estudiante mejora rápidamente sus relaciones sociales y sus conocimientos culturales.

El estudiante, seguro, en un clima de confianza, se enfrenta continuamente con “trampas” sociales, actúa y se adapta sin miedo al ridículo. Pregunta a los nativos cómo debería actuar en una situación dada, se siente estimulado con sus observaciones y entra poco a poco en una nueva forma de pensamiento, en las nuevas maneras de mirar y reaccionar ante los acontecimientos. El “J’ai assez mangé”, más cuantitativo que cualitativo, pronto se transforma en un “J’ai bien mangé”. La comunicación social a menudo es más forma que contenido. Lo que un extranjero necesita recordar es que debe, como objetivo, sacar a la luz los valores culturales (y no cultivados) básicos y hacerlos suyos para poder ser capaz de hablar sobre una base de igualdad en una lengua que no es la suya propia.

El proceso es más que delicado. No podemos pedir al estudiante que cambie radicalmente su comportamiento, y que abandone los valores que él considera, quizá inconscientemente, inviolables. Aunque el proceso puede avanzar a tropezones, sólo puede darse en un clima de mutua confianza.

Las actividades socio-culturales (los programas de televisión, las conversaciones en los descansos, en la cena, durante la tarde, atender a los discursos, a las exposiciones, conocer a otros nativos que no sean los instructores…) facilitan la superación de la barrera cultural sin un gran grado de estrés.

Esta inmersión en la lengua a menudo proporciona la ocasión para que el estudiante use y vuelva a usar el material que ha estudiado en las sesiones sistemáticas de aprendizaje. De hecho, desde el principio, e incesantemente a través de la instrucción, el estudiante se sumerge en la cultura. Los materiales genuinos, los ejercicios orales y especialmente la formulación de sentimientos y opiniones se transforman, de alguna manera, en el marco de la formación. Esta es la clave que DialoguE utiliza para proporcionar al estudiante la “forma”. Los errores y malentendidos que aparecen inevitablemente durante las simulaciones (debates, conversaciones telefónicas, edición de una carta, etc.) se convierten en oportunidades para sensibilizar al estudiante ya que los errores le sugieren cómo debe ser visto por un nativo. El estudiante no se siente cómodo a la hora de expresarse hasta que puede hacerlo disfrutando y utilizando todos sus registros (tono neutro, amistoso, familiar, seco, agresivo, etc.) y hasta que deja de traducir. Pero él sólo será capaz de pensar en la lengua meta cuando supere el umbral lingüístico.

EL UMBRAL LINGÜÍSTICO

Al contrario que en el caso de un niño, que utiliza referencias no externas al aprender su lengua nativa, los estudiantes de una segunda o incluso una tercera lengua, tienden a comparar entre las lenguas que ya hablan y la lengua meta.

Este proceso, en tanto que ahorra tiempo al principio del aprendizaje de una lengua, finalmente se transforma, en el mejor de los casos, en el obstáculo más serio, y en el peor de los casos, en la raíz del estancamiento.

Al principio del aprendizaje, los estudiantes “monitorizan” como si fueran ordenadores, clasifican, comparan y hacen diferencias entre sus datos y la nueva lengua haciendo referencia a la lengua que el estudiante ya tiene en su memoria. Este procedimiento adopta el rol de chaleco salvavidas, un cobijo seguro para el estudiante que teme ahogarse en un mar de nuevas impresiones. Esta forma de trabajar tiene la ventaja de hacer tangibles las diferencias reales planteadas por la lengua meta en cuanto a una representación auditiva, una articulación, y los marcos culturales y lingüísticos.

Al igual que el objetivo del profesor de natación es proporcionar al alumno, lo más rápido posible, su independencia y una sensación de placer al nadar, el instructor de DialoguE busca los caminos para que el estudiante no sienta pánico mientras introduce un nuevo marco lingüístico de referencia. Guiar al estudiante para que abandone el chaleco salvavidas es ciertamente un proyecto de larga duración. Superar este último umbral sólo se consigue con el consentimiento pleno y activo del estudiante, cuando se convence de sus propias posibilidades y de su habilidad para progresar por sí solo.

DEFINICIÓN

Para DialoguE, el umbral lingüístico es el principio de la verdadera independencia del estudiante, es el nivel que alcanza un estudiante que prácticamente nunca traduce, que empieza a pensar directamente en la lengua meta, un nivel que se crea a través de la automatización, que se esfuerza y consigue llegar a un alto nivel y a una expresión correcta.

¿CÓMO PERMITE A LOS ESTUDIANTES SUPERAR EL UMBRAL LINGÜÍSTICO EL ENFOQUE DE DIALOGUE?

Trasladando al estudiante hacia el estado de independencia, y proporcionándole una riqueza lingüística suficiente para cualquier situación, ayudándole a “integrar” la gramática y, a través de la tramitación, a hablar correctamente y pensar directamente en la lengua que desea hacer suya.

1. AUTONOMÍA

Llegar a ser autónomo es algo más que repetir como una máquina lo que se ha escuchado, es más bien, la función de producir mensajes propios, crear frases que expresen adecuadamente los propios pensamientos, opiniones y sentimientos. Es también, en cambio, la habilidad de un alto nivel para recibir e interpretar los mensajes de los demás.

Par hacer propia una lengua rápidamente, fuera de la aparente necesidad de estar totalmente inmerso en la lengua (beneficios que no repetiremos aquí), el estudiante debe conseguir no sólo componer frases sino comunicar su punto de vista en contextos no escolares.

LAS NECESIDADES DEL ESTUDIANTE PARA COMUNICARSE EN CIRCUNSTANCIAS AUTÉNTICAS

Al simular situaciones que nos acercan a la vida real o a la vida profesional del estudiante, DialoguE le ofrece la habilidad de superar los desafíos que pueden aparecer más tarde: reaccionar, mejorar, tratar con lo inesperado. La confianza que DialoguE aporta es un baza importante que el estudiante puede aplicar en circunstancias lejanas a la experiencia formativa.

EL ESTUDIANTE TIENE QUE SER CAPAZ DE COMUNICAR SU PUNTO DE VISTA

Sabemos que enseñar una lengua extranjera debe permitir al estudiante expresar su punto de vista, sus sentimientos y percepciones de los hechos. Al hacer que el estudiante (y esto le sucede a todos demasiado frecuentemente) defienda un punto de vista que no es el suyo (jugando un papel, por ejemplo, impuesto por el profesor), se crean situaciones artificiales, incluso teatrales, que resultan, la mayoría de las veces, en bloqueos no deseados. La noción del aprendizaje siendo uno mismo es otro tema que ha creado la buena reputación del método de DialoguE.

EL ESTUDIANTE DEBE SER CAPAZ DE PRODUCIR FRASES

Si las palabras son importantes, desde el principio de la formación, las frases son cruciales para atar diversas facetas de la lengua. En cada sesión de aprendizaje de DialoguE, el instructor hace una grabación, no con palabras sueltas, sino con varias frases consideradas las frases clave, que están relacionadas con el material cubierto durante la sesión. Estas frases incorporan un vocabulario clave y las estructuras gramaticales apropiadas.

2. LA RIQUEZA LÉXICA

La pobreza de la habilidad léxica, que constituye una barrera tangible para el principiante, puede hacer sentir incluso peor al estudiante de nivel avanzado quien se siente capaz de comunicarse con muletas o evasiones, quien puede, tal y como en su lengua nativa, expresar sus pensamientos utilizando las palabras apropiadas y libremente escogidas.

Muchos instructores, sin darse cuenta, siguiendo la guía para enriquecer el vocabulario del estudiante, siguen un estricto camino gramatical. La estructura gramatical ofrece tal satisfactoria forma de medir el progreso, que ellos a veces olvidan la lexicografía. Sólo en algunos casos deben volver a enriquecer el vocabulario cuando sienten que han agotado las avenidas gramaticales. Por supuesto es necesario enseñar la forma de expresar culpa, arrepentimiento o satisfacción con el uso del subjuntivo. El guía de DialoguE tiene como misión, desde el principio de la instrucción, pensar en él mismo no como una guía gramatical sino como en un comunicador. Para proporcionar al estudiante su autonomía, el vocabulario utilizado siempre será de una naturaleza pragmática (la palabra “cravate” tiene menos importancia que la expresión “Je pense” ) y será de un alto valor comunicativo: ejercicios de conversación, fórmulas de educación, maneras de articular pensamientos. El objetivo al cual apuntamos para el estudiante es que éste sea capaz de automatizar y de expresar, sin vacilaciones, lo que pasa por su imaginación, y que tenga en su mano un abanico de palabras y expresiones que, tal y como en su lengua nativa, él pueda escoger. Los sinónimos, antónimos y paráfrasis, en todos los registros y tonos, son introducidos y utilizados en contextos reales. Pero miremos por un momento en cómo son utilizadas estas capacidades. Deben ser usadas en presencia del instructor. Dejar a los estudiantes que debatan sobre diferentes temas entre ellos, sin un instructor que les guíe, puede ser peligroso. Si el instructor fracasa al corregir y al motivar a los estudiantes para que utilicen las formas correctas (bajo el pretexto de que hay muchos estudiantes y necesitan desarrollar confianza hablando ellos solos), el instructor fomenta de alguna manera la “fosilización” de los errores.

3. UNA GRAMÁTICA COMPLETA

Es lógico creer que el estudiante no atraviesa el umbral lingüístico hasta que no haya adquirido la gramática completa. El conocimiento de la competencia gramatical no es sencillamente el estado de no necesitar ayuda cuando se mantiene una conversación. Por el contrario, la competencia sola corre el riesgo de crear obstrucciones y bloqueos. Los estudiantes no adquieren, en general, la gramática de sus lenguas maternas, ya que cuando ellos hablan, ellos ya están comunicando. Los estudios gramaticales de la escuela son una asignatura académica más. Se aprende más a analizar, a razonar y a pulir la lengua que a hablarla mejor.

Enseñar una lengua extranjera, cuando nos referimos a “gramática”, equivale a poner el carro delante del caballo. Toda estructura gramatical sólo es relevante cuando se usa como un camino hacia la comunicación. Al presentar un punto gramatical como el equivalente a una palabra del vocabulario, y viceversa, el profesor propone que se puede aprender gramática práctica, como una parte holística de la comunicación. Al introducir gramática como “admitir, reconocer, estar de acuerdo, conceder, acordar” o “aunque, incluso si”, se asimila de una forma natural y fácil.

Porqué plantear cuestiones gramaticales y términos de uso gramatical si ellos fracasan al motivar al estudiante; un concepto gramatical como «el sujeto», esto es «la persona emprendedora» de la acción, puede ser incorporado en el repertorio del estudiante de una forma bastante natural, durante el curso de comunicación, sin hacer referencias a la regla gramatical académica (14). La mayoría de las veces, la enseñanza de las reglas gramaticales sirve fundamentalmente para que el instructor se asegure de que está cubriendo todas las bases.

Sin embargo, DialoguE posee un libro de gramática, o mejor dicho una “gramática a la carta”. Algunos estudiantes necesitan ver una referencia gramatical seria para medir la calidad de la enseñanza, no podemos impedir que los estudiantes hagan comparaciones gramaticales entre la lengua meta y su lengua materna u otra lengua que ellos ya conozcan. El título del libro, Claves para la comunicación, supera a la gramática por sí mismo. No utiliza la lingüística meta-lengua. Muchas entradas de la Tabla de Contenidos sirven para hacernos ver que esto es una “gramática comunicativa”, no vamos a hablar sobre “el discurso indirecto”, por ejemplo, pero más bien sobre “relacionar lo que otros han dicho”. Más que ofrecer una tabla de adjetivos demostrativos o posesivos, por dar otro ejemplo, el libro explica cómo mostrar o indicar posesión.

Al centrar el concepto en la función comunicativa misma, la gramática se convierte no simplemente en un objetivo en sí misma, sino en un camino hacia la comunicación. La formación de DialoguE evita un número de inconvenientes que a menudo impiden que el estudiante convierta la competencia consciente en una habilidad subconsciente automática.

4. LA CORRECCIÓN DEL LENGUAJE

Tras atravesar el segundo y el tercer umbral, posiblemente antes, la corrección de sus usos de las lenguas extranjeras empieza a parecer crucial para la mayoría de los estudiantes. Al visitar otras escuelas que desean formar a sus profesores con el método de DialoguE, a menudo somos testigos de las dificultades que los estudiantes tienen en esta fase de sus aprendizajes. Ellos se quejan de que el profesor no les corrige, o no tan a menudo como les gustaría. Tras superar el umbral sicológico, ellos ven, como su objetivo, cometer menos y menos errores. Para ellos no es suficiente hablar espontáneamente; ellos también esperan que el profesor les corrija despiadadamente y que les ayude a conseguir formas correctas. Ellos sólo pueden progresar rápidamente si el profesor utiliza técnicas para estimular la “tramitación”.

5. TRAMITACIÓN

El objetivo final del estudiante es alcanzar el nivel que él posee en su lengua materna: comunicarse con placer y sin fatigas, sin gastar mucha energía ni concentración. Ya que queremos que los estudiantes sean capaces de pensar directamente en la lengua meta, nunca alentamos la traducción o el “tomar prestado” de la lengua materna pero sí alentamos las rutinas y promulgamos la “tramitación” más correcta y completa posible.

S.P. Corder (15) cree que los estudiantes cometen ciertos errores, con el fin de verificar ciertas hipótesis sobre la naturaleza de la lengua que están estudiando. El enfoque de DialgoguE, en la medida que alienta al estudiante a revelar hechos relacionados con la lengua en sí misma, se esfuerza, día a día, para inculcar de la manera más natural posible, la tramitación y el tratamiento automático. Esto le da al estudiante no la memoria de un sistema (conocimiento, reglas gramaticales, etc.), sino una memoria que se recupera automáticamente, como es necesario; la forma que mejor encaja con el sentimiento que necesita el estudiante para expresarse en una situación dada. Gracias al uso del sistema de Skinner, filtrado mediante el método socrático y detallado en el artículo mencionado abajo (cf nota 1), el estudiante de DialoguE evita el proceso de transferencia interlingual y utiliza la traducción cada vez menos. Esta preparación evita las transferencias de la tramitación de la lengua materna y, paradójicamente, mejora la espontaneidad y la creatividad. Al facilitar, desde el principio, la adquisición de rutinas automáticas, al utilizar preguntas que giran en torno al mismo tema, al grabar las frases clave para el estudiante, al proponer revisiones sistemáticas pero no académicas, el enfoque de DialoguE intenta que el estudiante sea lo más independiente posible. No fomenta “el aprender de memoria” sino más bien la aplicación de lo que se ha aprendido, utilizando “una acción libre y espontánea” en condiciones lo más naturales posibles.

CONCLUSIÓN

Ya que hemos dirigido muchos cursos de instrucción en lenguas extranjeras y segundas lenguas, sabemos lo excepcionales que son los cursos que comparten la claridad y que se centran en los métodos que hemos discutido aquí. Creemos que hemos demostrado que son esenciales. No utilizarlos, o simplemente no referirnos a ellos, comporta el riesgo del estancamiento entre ciertos estudiantes, y la impresión de que la instrucción no cubre sus verdaderas necesidades.

Todo instructor desea triunfar en la misión que asume: al leer este artículo, él sentirá que el método de DialoguE puede responder a sus inquietudes. También habrá entendido que sus estudiantes sólo superarán el umbral lingüístico si él ha presentado, desde el principio de la instrucción, estrategias contextuales. Sabe que desde el primer contacto tiene que prestar atención a la comunicación y a la negociación, que debe introducirse en la riqueza léxica e incorporar la gramática, corregir de forma oportuna y fomentar la tramitación.

1. In ENJEUX, Revue de didactique du français (French instructional review), n° 27, CEDOCEF, décembre 1992, ISSN 0771-6532.

2. Jean-Paul NARCY, Apprendre une langue étrangère, Didactique des langues: le cas de l’anglais (Learning a Foreign Language; Teaching languages: the case of English), Les Editions d’Organisation, Paris, 1990.

3. S. KRASHEN & T. TERRELL, The natural approach, 1983, Oxford, Pergamon Press.

4. Persona Brochure on request from DIALOGUE, 55, Route du Tonnelet, 4900 Spa, Specify "Instructor Training".

5. Daniel THOMIERES, A chacun son approche? Présentation réciproque des pratiques pédagogiques (To each his own approach. Receiprocal presentation of pedagogical practices). Rapport de pré-synthèse [pour les journées de l’A.P.L.V. de Bordeaux, juillet 1985]. L’anglais (English), in Les Langues Modernes, 1985.

6. On the international phonetic alphabet

7. Alfred TOMATIS, Nous sommes tous nés polyglottes (We are all born polyglots), Fixot, 1991.

8. Alfred TOMATIS, op. cit. supra.

9. S. KRASHEN, The input hypothesis: issues and implications, Londres, Longman, 1985.

10. In an article to appear soon.

11. To guess perhaps a positive exercise, but up to a certain point

12. Robert GALISSON, Etudes de linguistique appliquée (Applied linguistic exercises) n°69, Paris.

13. À ne pas confondre, en français, avec «Je vous (en) prie».

14. D’autant plus que certains apprenants ne connaissent même pas la grammaire de leur langue maternelle.

15. S.P. CORDER, Error Analysis and Interlanguage, Oxford, OUP, 1981.

 
 
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